NARANJAS PARA LA DEPRESIÓN
Por Lic. Flavia Lorena Vecellio Reane

Los antiguos las llamaban "manzanas de oro", otros simplemente decían que era el sol hecho fruta. Hoy podemos decir que tanto el cítrico como el color son efectivos como antidepresivos.
La depresión es una afección que azota en tiempos de crisis. Suele presentar una serie de síntomas que se confunden con otro tipo de enfermedades. A veces, el depresivo sufre de crónicos resfríos. En otras ocasiones la depresión se hace presente como un deseo continuo de dormir... Lo cierto es que estos, como otros signos, son en realidad un modo de enmascarar un estado anímico alterado.
El depresivo busca dormir como medio de escapar a su angustia, angustia que puede metamorfosearse en enfermedades varias: estrés, fobias, ataques de pánico y hasta generar cánceres.
Otro rasgo muy común entre los depresivos de la época es la falta de entusiasmo frente a cualquier actividad que se les ofrezca. Nada les interesa, porque a nada le encuentran sentido. Nada emprenden, porque no tiene energía para ello.
Hoy por hoy, además de las terapias tradicionales (psiquiátricas y psicológicas), tanto el depresivo como sus familiares pueden recurrir a otras armas para combatir una "dolencia del alma" que, precisamente por ser de esa naturaleza, a veces no obtiene la suficiente atención ni del enfermo ni del entorno.
Pero... ¿qué armas son esas? La respuesta es simple: terapias alternativas. La musicoterapia viene demostrando desde hace años que mediante la música podemos revertir estados alterados o, por el contrario, alterar el estado de las personas. Otra terapia a la que sin casi darnos cuenta todos prestamos atención al momento de pintar y decorar nuestro hogar, o simplemente de vestirnos, es la cromoterapia, o terapia de los colores... Para nadie es un secreto que el color de una habitación o de nuestra ropa puede hacer que varíe nuestra concentración, que cambie nuestra percepción de la realidad desde un estado de relajación (colores pastel, celestes, verdes claros) o desde una sensación de euforia (fucsias, bermellones, amarillos subidos) o tristeza (grises, azules muy profundos, morados). La aromaterapia también ofrece lo suyo. Oler el aroma adecuado para determinadas afecciones puede aliviar dolores, cambiar nuestro ánimo y hasta "inyectarnos energía".
Los tan mentados "hornitos" en los que volcamos los aceites esenciales son una de las tantas maneras de recurrir a esta última disciplina. Pero también pueden realizarce masajes o utilizarse esos aceites como "perfumes" con los que aromatizarnos el día.

Agrias Naranjas y Naranjas Dulces

Una fruta originaria del Asia Central que la naturaleza nos brinda para alimentarnos con un rico sabor es la naranja, de amplia fama por ser benéfica cuando estamos resfriados o engripados dada su alta concentración de vitamina C.
Sin embargo, no muchos saben que existen dos variedades de este cítrico. Una es la naranja agria y otra, la más conocida naranja dulce. En la composición química de la naranja agria encontramos vitamina A, B y C. Y como no es un fruto comestible sólo es utilizado para la realización de mermeladas, y favorece la secreción de jugos gástricos, facilitando así la digestión.
El jugo de esta variedad de naranja con agua tibia, bebido en ayunas, ayuda a la expulsión de bilis y flemas. Es fantástico ingerirlo cuando tenemos catarro. La pulpa de la naranja agria puede ser aplicada en forma de cataplasma contra ulceraciones y llagas. Además, el té de hojas de estas naranjas es sedante y sirve para aliviar espasmos, indigestiones, crisis nerviosas y afecciones del corazón.
En caso de realizar la infusión con sus flores, ésta servirá para combatir, además de los espasmos, la fiebre.
Por otro lado, la naranja dulce tiene en su composición química vitaminas A, B, C y D. Es beneficioso para personas que padecen de reumatismo o de diabetes beber un vaso de jugo de esta naranja en el desayuno. Este cítrico sirve como estimulante para el sistema nerviosos y ayuda a combatir las convulsiones nerviosas, las jaquecas, los calambres y el insomnio. Lo recomendable para estos casos es beber por lo menos dos vasos diarios de naranjada.
También es útil para aliviar el estreñimiento, las congestiones hepáticas y las hemorroides.
El té de naranjas dulces funciona como sedante, por lo que ingerir una taza antes de laguna situación que vaya a tensionarnos (como exámenes o entrevistas de empleo, por ejemplo) puede disminuir nuestros niveles de ansiedad. Si el té lo realizamos con las hojas del cítrico servirá para combatir las afecciones cardíacas. Beneficioso sería para los que sufren del corazón tomar, con azúcar, una taza al día. Si nos afecta la garganta algún dolor molesto, podemos hacer alguna gárgara con naranjada.

Olor a Sol

Uno de los modos de utilización de estas facultades es a través de los aceites esenciales, de la mano de la aromaterapia.
Si la esencia de naranja es obtenida desde sus hojas se llamará Petitgrain, que es el aceite que nos proporcionará todas las propiedades antiespasmódicas de la fruta.
En caso de que el aceite esencial provenga de la cáscara de este cítrico, simplemente se llamará Esencia de Naranja, y con este tenemos en "perfume" el elixir de características antidepresivas y estimulantes que tan bien puede hacerle al bajoneado.
El aroma, cálido, embeberá todo el ambiente casi instantáneamente con una sensación de alegría y luminosidad. No olvidemos que la naranja es "el sol hecho fruta", y es perfecto para aromatizar nuestra casa o lugar de trabajo, principalmente en invierno para el común de la gente, pero para el depresivo será saludable en cualquier estación del año. La Esencia de Naranja puede ser empleada tanto en los nombrados "hornitos", en baños de vapor, como en masajes corporales, y, en este último caso, podemos agregar también que en las arrugas que nos quedan después de largas exposiciones a la luz solar se puede aplicar un masaje con ocho gotas de este aceite puro mezclado en media onza (quince ml) de aceite de almendras y avellanas puede rejuvenecer nuestra piel. Sin emabrgo, es importante destacar que el masaje debe ser después de la exposición solar, nunca antes. Y tampoco se deberá ingerir el aceite si sabemos que pronto vamos a tomar sol.
Otro modo de percibir el aroma de la naranja es el siguiente: cuando consumimos alguna de estas frutas guardamos la cáscara y la dejamos secar. Una vez seca, la colocamos sobre un carboncito de los que se utilizan para quemar piedritas de incienso, y así, la cáscara de naranja no sólo puede saborizar el mate o diversas preparaciones culinarias... También puede perfumar nuestro espacio cotidiano.

Pintarse la cara color de naranja

"No hay vida sin sol, ni mundo sin color"... Ya desde los inicios de la Historia el color cumplió un importante rol entre los hombres, y fue incorporando diferentes significados simbólicos.
El color del sol fue homologado por los seres humanos a la vida, a la actividad, la desaparición de los temores y, por consiguiente, a la esperanza.
La naturaleza simbólica del color es muy fuerte, no sólo histórica, también culturalmente. Tanto es así que se han establecido códigos universales que utilizan el color como lenguaje. Un ejemplo puede ser el de las señales de tránsito, o la utilización de los colores que hace la Iglesia Católica para comunicar los distintos tiempos litúrgicos. Pero el color también posee energía. Baste recordar que el color es parte de la luz solar... Y las distintas frecuencias de la luz (los colores) afectan las energías del cuerpo. Mas los colores pueden ser estimulantes o depresivos, constructivos o destructivos, atrayentes o repelentes. Y cada uno de ellos tiene un efecto único que lo habilita para ser empleado en el tratamiento de distintas afecciones o situaciones adversas. Y hablando de soles, y de frutos de sol, vamos a hablar del color naranja: el color del Astro Rey.
El color naranja propicia la adaptabilidad, porque como el aroma del mismo nombre, es un color estimulante. Es recomendado para las afecciones cardíacas, para incentivar a los deprimidos, porque impulsa a la sociabilidad y relaciona la salud emocional con el sistema muscular. Empleado en demasía puede afectar los nervios, generando excitación y ansiedad, pero podemos "aligerarlo" con un azul verdoso. El naranja también beneficia al sistema respiratorio, incrementa la creatividad y alimenta nuestra alegría de vivir, nos revitaliza y ayuda a que nos organicemos mejor.
Si el naranja nos provoca rechazo: ¡ATENCION! Estamos diciendo con eso que sentimos que el sol se ha ido de nuestras vidas. También puede ser una manifestación de repulsión por lo superficial y de necesidad de profundizar en el camino a seguir... Pero siempre, para reírse un poco, es necesario algo de "superficialidad"... No podemos pasarnos la vida meditando en los grandes temas del hombre. Así que: comer naranja, oler naranja y ver naranja nos puede pintar de alegría el día. Un dato para tener en cuenta.






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