La historia de Coca-Cola es la de un milagro comercial, porque ¿quién
podía predecir en 1884 que un jarabe de alcance apenas vecinal, vendido
en una modesta farmacia, iba a convertirse en una de las marcas más
poderosas del planeta? Menos que nadie, el inventor, John Pemberton,
un farmacéutico de Atlanta, Estados Unidos.
Ocho años después, sin embargo, ya se vendía en botellas, y en 1916
se presentaba en el sensual envase de vidrio que todo el mundo conoce,
cuyo fin principal era evitar las imitaciones. Desde entonces, y sobre
todo a partir de 1923, cuando Robert Woodruff asumió la presidencia,
en la que permanecería durante décadas, la compañía se enroló en una
fuerte expansión.
En nuestro país, donde se apresta a cumplir la mitad de su historia,
64 años, las celebraciones comenzaron con el lanzamiento de una serie
de botellas históricas para coleccionar. "El objetivo es desarrollar
una experiencia de marca para que el consumidor pueda transportarse
al momento de la aparición en el mercado de las distintos envases",
señala Daniel Serra, gerente de Marketing de Coca-Cola de Argentina.
En la vía pública, quizás el primer medio publicitario utilizado por
Pemberton en la época en que los comercios se valían principalmente
de carteles en sus vidrieras, la marca revivió, en algunos puntos
de Buenos Aires, personajes y situaciones que aluden a la época del
nacimiento. Actores vestidos de organilleros, canillitas y vendedores
ambulantes distribuyeron un periódico que anunciaba el descubrimiento
de la bebida.
En gráfica, la gaseosa más famosa del mundo invitó a disfrutar notas
históricas ("Junto a una Coca-Cola deliciosa y refrescante"), que
rescatan instantes entrañables del país: la inauguración del Teatro
Colón y de la primera línea de tranvías, y la caída de la piedra movediza
de Tandil, entre otros.
Ocho mundiales
En los últimos días, se sumó a la campaña del aniversario otra en
celebración del espíritu del Mundial de Fútbol, "Microhinchas". Desde
su desembarco en el país, el 3 de agosto de 1942, Coca-Cola se ubicó
en el mercado de las bebidas sin alcohol como un producto masivo y
muy vinculado con las manifestaciones populares.
La relación con el Mundial de Fútbol se inició auspiciosamente en
1978, cuando se realizó en Buenos Aires y la Argentina ganó la copa
por primera vez. Ese mismo año despegó en el país la TV color y Coca-Cola
estuvo entre los primeros anunciantes. Para esa época, la bebida ya
estaba en una etapa de expansión mundial. Nuestro país se perfiló
como uno de los países en que el consumo creció más rápidamente, hasta
el punto de que en tres años se rompió la marca de un millón de cajones
vendidos.
En 1960 comenzó la "era del camión", y Coca-Cola pudo cubrir todo
el país, desde Ushuaia hasta La Quiaca. Un año después, la compañía
decidió ampliar su catálogo con nuevos sabores; el primero fue Sprite,
al que siguieron Tab y Fresca.
Al compás del slogan "Todo va mejor con Coca-Cola", cuando expiraba
la década del 60, la gaseosa llegó a la mesa de las familias en botellas
de litro y con tapa de rosca. Los slogans fueron más que síntesis
de los sucesivos mensajes; en rigor, se puede recorrer la trayectoria
de la compañía a través de ellos.
Historia de los slogans
Uno de los más logrados, "Todo va mejor?", permaneció en los anuncios
de 1968 a 1972, pero el campeón en duración fue el inicial, "Coca-Cola
refresca mejor", nacido en 1942 y reemplazado apenas en 1960 por "Deliciosa
y refrescante".
Con "La chispa de la vida", acuñado en 1972, se inició una etapa de
vértigo para los estribillos publicitarios, que fueron modificados
tres veces en los siguientes diez años, a saber: "Coca-Cola le da
más vida a tu vivir" (1976), "Coca-Cola y sonrisas para vos" (1979)
y "Coca-Cola es así" (1982).
De la serie que llegó hasta nuestros días se destacan "Es sentir de
verdad" (1987), "Siempre Coca-Cola" (1993) y el rotundo "Tomá lo bueno"
(2005).
"Es sentir de verdad" reflejó una especial preocupación por el cuerpo,
los deportes, la buena salud y el ejercicio. Los deportes, los recitales
y los eventos masivos monopolizaban el uso del tiempo libre.
Coca-Cola recogió esos cambios en su slogan y con el lanzamiento de
Coca-Cola Diet también introdujo el nuevo envase de plástico de dos
litros.
La compañía se aseguró el patrocinio de los Mundiales de Fútbol hasta
2020; en vísperas del próximo, en Alemania, presentó en sociedad unas
extrañas criaturas, "nacidas de los besos que los sucesivos campeones
dieron al preciado trofeo".
Una creación de la agencia de publicidad Santo, de Buenos Aires, "Microhinchas",
estrena la plataforma de comunicación mundialista que se verá en toda
América latina.
Concluye Dolores Herrera, gerente senior de Marca para la División
Latina Sur: "La campaña captura los sentimientos que los argentinos
sentimos con el Mundial a la vista, algo único que sólo se vive cada
cuatro años".
1 Publicado en la edición impresa de La Nación
el Martes 25 de abril de 2006.
Link corto: http://www.lanacion.com.ar/800289
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